El espíritu de Montesquieu

Charles Louis de Secondat, Barón de la Brède y de Montesquieu, conocido como Montesquieu, nació el 18 de enero de 1689 en La Brède. Fue bautizado el mismo día en la iglesia de Saint-Jean-d'Étampes donde se encuentra el escudo de armas y la placa de la tumba de la familia de Montesquieu.

Pero ¿sabía usted que el pensador político francés, filósofo y escritor de la Ilustración fue también un gran terrateniente? A la muerte de su padre y luego de su tío en 1716, heredó sus numerosas propiedades y en particular la baronía de La Brède al sur de Burdeos.

Montesquieu dedicó entonces su finca vinícola, que se extendía por todo el castillo, a la explotación de la finca. Le gusta caminar por sus viñas y ver los racimos de uva formarse y madurar. También está muy atento a la evolución de su producción, que representa una importante fuente de ingresos.

Montesquieu, que había crecido hasta los once años en el Château de la Brède, volvió a vivir allí en 1731 después de su estancia en Inglaterra. Inspirándose en los parques franceses y luego en los jardines ingleses descubiertos durante sus viajes, decidió modificar el parque que rodeaba su castillo.

El filósofo conserva el jardín regular original, pero crea un nuevo jardín inglés en otra parte del parque. Según él, es hora de dar paso a la naturaleza en su estado original, sin intervención humana. Escribió al Padre Guasco en agosto de 1744 que era "una sucesión de paisajes (...) que se abren al campo e invitan a mirarlo como una extensión del jardín".

En su castillo, pasó largas horas escribiendo sus grandes obras que combinan la historia y la filosofía política. De l'Esprit des lois, publicado en 1748, lo hizo famoso en todo el mundo.

La fortaleza construida en el siglo XIV, rodeada por un foso de agua, conserva una arquitectura defensiva que combina los estilos gótico y renacentista. En el interior, se puede ver la habitación de Montesquieu, conservada en su estado del siglo XVIII, y su biblioteca, cuyos libros han sido transferidos a la biblioteca municipal de Burdeos.

La casa de la niñera de Montesquieu

En la fachada de una casa, una placa escrita en Gascuña recuerda un episodio de la vida de Montesquieu. Los principios de la educación, en ese momento, eran duros. La mayoría de las familias nobles y adineradas ponen a sus hijos en hogares de acogida. Fue lo mismo para el pequeño Charles que pasó sus primeros tres años con el molinero del pueblo.

Otro hecho ilustra la educación espartana dada al niño: unos días después de su nacimiento, sus padres le hicieron sujetar en la pila bautismal por un pobre mendigo de la parroquia, "con el único fin de que su padrino le recordara toda su vida que los pobres son sus hermanos".